Color
En general, el color es un medio poco eficiente para identificar minerales debido a que éstos no se presentan siempre con el mismo color, lo que hace que no sea un indicador unívoco. En relación con el color se distinguen dos grupos de minerales:
Idiocromáticos, que son aquellos que tienen colores característicos según su composición. Sólo para este grupo de minerales el color es un antecedente útil como medio de identificación.
Alocromáticos, son aquellos minerales que presentan un rango de colores debido a la presencia de impurezas o de inclusiones en su estructura.
Mineral
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Color
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![]() | Magnetita Hematita Epidota Clorita | Negro Rojo Verde Verde |
![]() | Lapislázuli Turquesa Malaquita | Azul oscuro Azul característico Verde brillante |
![]() | Cobre nativo | Rojo cobrizo |
Para reconocer coloración de alocromáticos:
Feldespato potásico: su color varía de incoloro a blanco pasando por color carne hasta rojo intenso o incluso verde.
Cuarzo: en su estado puro es incoloro. La presencia de varias inclusiones líquidas le da un color blanco lechoso.
Amatista: es de color púrpura característico, probablemente debido a impurezas de Fe3+ y Ti3+ y a la irradiación radiactiva.
Corindón: en su estado puro es incoloro. Si porta cromo como elemento traza es de color rojo y se lo llama rubí. A su vez, el zafiro es una variedad transparente de corindón de varios colores.
Raya
Para determinar este parámetro, se raya el mineral utilizando otro de mayor dureza. Se determina el color del polvo fino obtenido. Este parámetro es útil para identificar minerales y menas, ya que suele ser constante, incluso si varía el color del trozo.
Para reconocer rayas
La raya del feldespato potásico siempre es blanca, sin importar si el trozo es incoloro, color carne o verde.
La raya de la magnetita es negra.
La raya de la hematita es rojo cereza.
Hábito
El hábito se refiere a la forma más común en que se presenta un mineral. Puede corresponder a cristales bien formados o a formas aparentemente no cristalinas. Según las formas básicas de los minerales, se pueden distinguir diferentes hábitos.
El cobre puede presentarse como óxido de cobre, sulfuro de cobre o en estado nativo, por lo que puede tener diferentes hábitos dependiendo del tipo, estado y condiciones de entorno (alteraciones).
Cobre nativo | Bornita: Sulfuro de cobre | Malaquita: Carbonato de cobre |
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Para reconocer hábitos
Minerales isométricos o cúbicos: en los que el desarrollo es por igual en todos los sentidos (galena, granate)
Alargados en una dirección: puede ser dirección columnar (anfíbola), acicular o en agujas (atacamita) o fibrosa (asbesto).
Alargados en dos direcciones: puede ser tabular (baritina) u hojosa (micas).
Formas intermedias: es el caso del tonel, una forma de transición entre isométrica y alargada (zafiro).
Granulares, con forma de grano.
Granulares, con forma de grano.
Lamelares o laminares: se observan cristales formados por placas u hojas algo separables (por ejemplo, el yeso).
Oolíticos: se observan agregados, formados por pequeñas esferas semejantes a huevos de pescado.
Concreciones: se trata de masas formadas por depósitos de mineral sobre un núcleo.
Dendrítico o arborescente: grupos de cristales en forma arborescente, semejante a la de las plantas.
Estalactitas: cristales con forma de conos o cilindros colgantes.
Según los límites de las formas cristalinas, se pueden distinguir cristales:
Estalactitas: cristales con forma de conos o cilindros colgantes.
Según los límites de las formas cristalinas, se pueden distinguir cristales:
Idiomorfos:poseen caras bien desarrolladas.
Hipidiomorfos: poseen caras desarrolladas imperfectamente.
Alotriomorfos: poseen caras deformadas por falta de espacio durante su crecimiento.
Además, dentro de los caracteres morfológicos de los cristales se incluyen también las formas dobles o múltiples (maclas de yeso, fluorita, rutilo, ortoclasa).
Brillo o lustre
Se refiere al aspecto general que se observa en la superficie de un mineral cuando éste refleja la luz. En general, es una distinción difícil de establecer, ya que es muy subjetiva
Para reconocer brillos
Existen tres grandes tipos de brillo o lustre:
Metálico: mineral opaco a la luz, que tiene el aspecto brillante de un metal, y una raya negra o muy ascua. Por ejemplo, galena, pirita y calcopirita.
Semimetálico: brillo propio de minerales transparentes o semitransparentes. Por ejemplo, argentita.
No metálico: brillo que no tiene aspecto metálico. En general, son de colores claros y transmiten la luz a través de láminas delgadas. Su raya es incolora o de color muy débil.
Los minerales de brillo no metálico se pueden agrupar en categorías, siendo las dos primeras las más frecuentes.
Vítreos: tiene el reflejo del vidrio (por ejemplo, cuarzo).
Sedoso: con apariencia de seda (por ejemplo, yeso fibroso, malaquita y serpentina).
Resinoso: tiene el aspecto de la resina (por ejemplo, blenda).
Graso: parece estar cubierto con una delgada capa de aceite (por ejemplo, yeso, malaquita, serpentina).
Adamantino: de reflejo fuerte y brillante por su alto índice de refracción (por ejemplo, minerales transparentes de plomo, como crusita y anglesita).
Nacarado: brillo con el aspecto iridiscente de la perla. Esta característica se observa en superficies de los minerales que se distribuyen paralelas a los planos de exfoliación (por ejemplo, apofilita en el plano basal).
Además, dentro de los caracteres morfológicos de los cristales se incluyen también las formas dobles o múltiples (maclas de yeso, fluorita, rutilo, ortoclasa).
Brillo o lustre
Se refiere al aspecto general que se observa en la superficie de un mineral cuando éste refleja la luz. En general, es una distinción difícil de establecer, ya que es muy subjetiva
Para reconocer brillos
Existen tres grandes tipos de brillo o lustre:
Metálico: mineral opaco a la luz, que tiene el aspecto brillante de un metal, y una raya negra o muy ascua. Por ejemplo, galena, pirita y calcopirita.
Semimetálico: brillo propio de minerales transparentes o semitransparentes. Por ejemplo, argentita.
No metálico: brillo que no tiene aspecto metálico. En general, son de colores claros y transmiten la luz a través de láminas delgadas. Su raya es incolora o de color muy débil.
Los minerales de brillo no metálico se pueden agrupar en categorías, siendo las dos primeras las más frecuentes.
Vítreos: tiene el reflejo del vidrio (por ejemplo, cuarzo).
Sedoso: con apariencia de seda (por ejemplo, yeso fibroso, malaquita y serpentina).
Resinoso: tiene el aspecto de la resina (por ejemplo, blenda).
Graso: parece estar cubierto con una delgada capa de aceite (por ejemplo, yeso, malaquita, serpentina).
Adamantino: de reflejo fuerte y brillante por su alto índice de refracción (por ejemplo, minerales transparentes de plomo, como crusita y anglesita).
Nacarado: brillo con el aspecto iridiscente de la perla. Esta característica se observa en superficies de los minerales que se distribuyen paralelas a los planos de exfoliación (por ejemplo, apofilita en el plano basal).
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